HISTORIA
Roma
El término Pulianas, parece proceder del periodo de Imperio Romano, de “villa Pauliana” (villa de Paulus), posesión de un rico propietario llamado Paulus, pero también se ha relacionado este topónimo con Ilipula Laus.
De este periodo, al parecer, era un puente que fue destruido hace un tiempo por una riada, sus restos hoy están posiblemente bajo el hormigón del encauzamiento del río Juncaril. En el escudo de Pulianas viene reflejado este importante monumento.
Se han encontrado igualmente inscripciones romanas que demuestran la antigüedad de la población.
Dominación musulmana
Tras la invasión musulmana el nombre fue transformado en Bulyāna, Al principio hubo tolerancia, que no igualdad, para con los cristianos, pero con el paso de los siglos la presión fue creciendo hasta convertirse en opresión, especialmente con la nueva invasión almorávide y más aún con la almohade.
Reino de Granada I
Reino de Granada II
En la época del Reino de Granada II o nazarí la alquería de Puliana (Bulyāna) estaba formada por Pulianas (Puliana la Grande) y Pulianillas (Puliana la Chica), más los caseríos de Aquiliana (Antilyāna) y Diarfate. Se trataba de pequeños núcleos de población que solían tener una sencilla mezquita, aljibe y pequeñas casas por lo general. Su economía en buena parte dependía de la agricultura.
Reino de Granada III
Tras la reconquista de Granada por los Reyes Católicos en 1492, los habitantes musulmanes siguieron viviendo con libertad en estos lugares, pero tras ciertas revueltas en varias zonas, llegado el año 1500, fueron obligados a convertirse al cristianismo para evitar nuevas sublevaciones, recibiendo el nombre de moriscos.
La sangrienta rebelión morisca en
el Reino de Granada y la guerra de
El reino de Granada III es un periodo de gran desarrollo como demuestran los monumentos levantados: la iglesia, un convento, varias casas señoriales… Pero se encontraron con el problema de escasez de agua de riego.
En el año 1688 las ayuntamientos de Pulianas, Pulianillas, Jun y Maracena, más los propietarios del pago de la Madraza de Granada, iniciaron la construcción de un canal para llevar agua del río Fardes a sus tierras y así hacerlas más productivas, pero por el gran coste no se pudo terminar hasta que la Real Orden del 10 de marzo de 1824 supuso el empuje final para completar su construcción de este canal, cosa que aceleró el desarrollo de las localidades.
Periodo de la Región de Granada
A partir de fines del primer tercio del siglo XIX, gracias a las nuevas infraestructuras mejoró la agricultura, industria y comercio; aumentaron las producciones de trigo y cebada, vino, habas, habichuelas, garbanzos, lino, cáñamo, tabaco, girasoles, maíz... También creció la industria de transformación de productos agrícolas: aceite, vino, aguardiente… que también activaron el comercio de exportación. Se construyeron numerosos secaderos de tabaco.
Posteriormente la economía se ha ido orientando hacia los servicios gracias al desarrollo del Área Metropolitana de la Gran Granada.
MONUMENTOS CONSTRUIDOS DURANTE EL REINO Y REGIÓN DE GRANADA
Iglesia parroquial de S. José
Es un templo erigido en el siglo XVI, reconstruido en el XVII siguiendo el modelo del Mudéjar Granadino, ejemplo de convivencia de culturas cristiana y musulmana. Y vuelto a reconstruir a principios del siglo XX como explica una lápida en su interior, casi bajo el coro. Hoy día se encuentra en buen estado de conservación gracias a sus párrocos en unión de la población.
Exterior
Posee una monumental torre con fábrica de ladrillo y cajones de mampostería decorados con esgrafiados de motivos geométricos (técnica decorativa que consiste en enlucir la fábrica de mampostería en este caso, para dar encima un segundo enlucido más fino y de otro color. El siguiente paso consiste en raspar el segundo enlucido para que aparezca el color del primero, creando así imágenes de gran efecto decorativo). En la torre aparece esgrafiada la fecha de construcción de esta, 1.706. Los ángulos se decoran con grandes pilastras coronadas por capiteles toscanos. El cuerpo de campanas está completamente construido con ladrillo y decorado con grupos de pilastras que sostienen un entablamento y, para las campanas, cinco arcos de medio punto con las claves resaltadas con ménsulas de ladrillo también.
En el exterior de la cabecera existe una hermosa hornacina dedicada a la Santísima Trinidad. Estas hornacinas, en el pasado, tuvieron dos fines, uno religioso y otro práctico para iluminar las oscuras calles nocturnas con sus faroles alimentados por el aceite de los vecinos o cofradías.
La portada principal no se encuentra a los pies por tener en ese lugar el coro que dificultaría la entrada y salida de los tronos y andas de las procesiones, sino que se encuentra en un lateral entre los poderosos contrafuertes que contrarrestan los empujes de los arcos interiores.
Estuvo al parecer dedicada a la advocación de Santa María de la Encarnación, más tarde se nombró como titular a San José. Entre las imágenes de la parroquia es objeto de gran veneración una talla de Jesús Nazareno.
Interior
Es de una sola nave dividida en tramos por arcos apuntados que soportan una sencilla armadura reconstruida. Frente a la entrada se abre una capilla lateral cubierta por bóveda, que alberga un pequeño retablo que comunica con un camarín dedicado a Nuestro Padre Jesús.
En la tirante superior se aprecia una de las poleas. En la viga de nuestra derecha se aprecia otra de las poleas. |
Bienes muebles
El interior alberga espléndidas obras de la Escuela Granadina tanto en pintura como en escultura. Los retablos son de estilo Barroco Granadino, de gran calidad y belleza, destacando el retablo mayor con sus dos cuerpos, el primero dividido en tres calles verticales por cuatro grandes y labrados estípites, mientras que el segundo posee un gran óvalo correspondiendo con la calle central y dos pinturas con las laterales. Todo él se encuentra policromado con los lisos en color porcelana con ramilletes florales y los relieves dorados con oro fino.
Como esculturas de bulto redondo posee un Niño Jesús de la escuela del alcalaíno Martínez Montañés (quien llevó a Sevilla parte de la grandeza de la Escuela Granadina en la que se formó) bendiciendo desde el manifestador, encima una hornacina con la Inmaculada de líneas de Alonso Cano (el Miguel Ángel de la Escuela Granadina), Jesús crucificado, S. José y S. Antonio de Padua, este último le daba nombre a una calle y al colegio de primaria, pero hace unos años les fueron cambiados los nombres.
El retablo de la Virgen del Rosario fue realizado con gran perfección en estilo Barroco Granadino, con los lisos de color porcelana decorada con ramillos de flores y las molduras y relieves dorados con pan de oro fino. Es de un solo cuerpo con una gran hornacina enmarcada por dos columnas salomónicas o retorcidas sobre si mismas con seis vueltas. La Virgen es una hermosa talla de la Escuela Granadina de Escultura, además es la Patrona de Pulianas que es sacada en procesión en las fiestas de agosto.
Las columnas salomónicas del retablo de la Virgen del Rosario, al ser de la Escuela Granadina, tienen seis vueltas, en lugar de las cinco vueltas de la Escuela Castellana.
Convento y posterior casería de los Mártires
Fue un importante edificio que daba prestigio a la localidad pero hoy completamente desaparecido. Estaba ubicado entre las actuales calle Mártires y calle Pradillo. Tuvo capilla con obras de arte, claustro con cenadores sostenidos por columnas de piedra fina conocida como mármol de Sierra Elvira, más otras dependencias como cocina, refectorio, sala capitular, humildes celdas como dormitorio de los frailes, aljibe... Pero las desamortizaciones de los políticos del siglo XIX terminaron con su grandeza.
Capitel de mármol (piedra fina) de Sierra Elvira conservado por la dueña de una vivienda de Pulianas cuando el convento fue demolido; al parecer procedente del claustro del convento. |
Pasó entonces a ser privado, con el nombre de Casería de los Mártires, casa natal de la pintora Aurelia Navarro. La casería tenía lagares, zona de tinajas y almacenaje, gran torre-contrapeso de ladrillo para un molino aceitero con sistema de viga; igualmente tuvo cuadras y un gran patio con cenadores soportados por columnas de piedra de Sierra Elvira, el suelo estuvo empedrado (este debió ser el antiguo claustro), a veces se usó de corral de comedias y lugar de elaboración de una cruz de mayo. El edificio tenía dos plantas con grandes salones enlosados con bellas solerías hidráulicas, los dormitorios se situaban en la planta superior. Dispuso también de baños con lujosas bañeras de pies de bronce, más un interesante conjunto de muebles de estilo Art Decó.
La portada, sobria pero de grandes dimensiones, se coronaba con una hornacina con una imagen de bulto redondo de la Virgen María.
Delante de la casa, al otro lado de la calle, tenía un gran jardín dispuesto en cuatro cuadrantes separados por setos de finos bojes granadinos, en cada cuadrante había una buena variedad de plantas ornamentales y frutales, conjugando así el jardín nazarí con el cristiano (simbolizando así el Paraíso de musulmanes y cristianos). El centro, donde hoy está la farola, tenía una fuente baja mármol de Sierra Elvira con canalillo del mismo material rodeándola. También dispuso de una pérgola que aliviaba de los rigores del verano, un estanque de riego, viejos árboles, como un grupo de cipreses. Algunas de sus viejas plantas se conservan en un nuevo jardín que ahora ocupa este lugar intentando recrear su belleza e historia; cipreses, un caqui o palosanto, un nísporo o níspero, nuevos tilos que sustituyen a los antiguos desaparecidos al ensanchar la calle...
A mediados de los años 80 del siglo XX la casería fue destruida para levantar una urbanización con el mismo nombre. Tras un periodo de abandono, se ha conservado el jardín con su estructura, pero sin la fuente ni el estanque, algunos árboles si se han mantenido y otros han sido vueltos a plantar para que se conserve lo más fiel posible al original.
Casas señoriales
Hubo una serie de viviendas palaciegas, algunas con patios con cenadores (según el diccionario de la Real Academia, los cenadores, en buena parte del Reino de Granada eran los pórticos con columnas o pilares que rodeaban la totalidad o parte de un patio, lamentablemente esta acepción ha sido eliminada recientemente), casas que han sido destruidas en su mayor parte a lo largo del tiempo. No obstante, el ayuntamiento está intentando proteger las que quedan e incluso dar un uso cultural a alguna de ellas, intentando instalar un museo en ella.
Una de estas casas palaciegas fue farmacia en la plaza José Tovar, que tuvo patio con cenadores y columnas de piedra fina, hoy es un parque.
La que fue casa de un antiguo alcalde estuvo situada en la calle Aljibe, nombre que hace alusión a un antiguo aljibe de los muchos que hubo en nuestros pueblos para suministrar agua a los vecinos. También tuvo patio con cenadores sostenidos por columnas de piedra.
Casa que fue de Dolores Herrera en la calle Miguel Hernández, igualmente con cenadores sostenidos por columnas de piedra.
Una casa con pórtico con dos columnas de piedra, balconada, escalinata y gran jardín trasero, conocida como casa de los Álamos, casi frente al actual ayuntamiento en la calle Miguel Hernández.
Había en la calle Acha otra casa centrada en un patio con cenadores sostenidos por columnas de piedra que era propiedad de Salvador y Rita.
En la calle Aljibe existió otra casa señorial conocida como Casa del Azúcar. También tuvo patio con cenadores sostenidos por columnas de piedra.
Casas de vecinos
En Pulianas varias casas señoriales y casonas, con o sin patio con cenadores, fueron transformadas en viviendas de vecinos:
- El Patio de Doña Amalia, en la calle Aljibe, es una de ellas que actualmente sigue con el mismo uso y en buen estado de conservación.
- El Patio de Anica es una tercera casa de vecinos, hoy necesitada de restauración. También se localiza en la calle Aljibe.
- Había otra casa de vecinos en la calle Ancha conocida como Patio del Tío de las Casas que fue demolida en tiempos relativamente recientes.
El trabajo de forja tradicional
Algunas viviendas conservan interesantes ejemplos de rejas y balcones de forja con apliques de cincelado o de emplomados. Estas antiguas piezas se distinguen de las vulgares por su calidad y por no tener soldaduras sino remaches para unir sus elementos.
Las cruces
En el pueblo había varias cruces de piedra además de la de despedir a los muertos al final de la calle Ancha que ya no se conserva. Otra en las afueras en el camino San Antonio de acceso al pueblo, hoy con un nuevo nombre, y otra cerca del corralón en la calle Aljibe. ¿Podrían ser los restos de un antiguo calvario desaparecido?
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