QUÉ ES EL MODERNISMO
Modernismo es el nombre con que se designa en España a un movimiento artístico que se da desde finales del siglo XIX hasta principios del XX. Fuera de España recibe distintas denominaciones, Art Nouveau en Francia, Sezession en Austria (Secesión de Viena, Secesión de Múnich), Jugendstil en Alemania, Floreale o Liberty en Italia, Modern Slyle en los países anglosajones, etc.
Se trata de un estilo que busca un arte innovador, que rompe con los estilos establecidos, desde los academicistas (Historicismo y Eclecticismo), hasta los rupturistas (realismo o impresionismo). Se inspira en elementos naturales como plantas, escamas de reptiles, animales extraños... a los que enriquece con elementos medievales y otros derivados de la revolución industrial, como el acero y el cristal a los que convierte en arte.
Historia de una transformación urbana
La pujante burguesía granadina del XIX, periodo en que nuestra provincia pertenecía a la Región de Granada, en colaboración con los políticos de la época aprovechó los beneficios de la industria de azúcar de remolacha para convertir a Granada en una ciudad moderna en que fuera posible el desplazamiento de personas, mercancías, vehículos de bomberos... siguiendo la línea de importantes ciudades como Barcelona, Valencia o Madrid. Uno de los frutos de la modernización fue la apertura de Gran Vía de Colón, en el centro mismo de la ciudad, hecho que también destruyó parte de su barrio central medieval, lo mismo que ocurrió en parecidos proyectos realizados por toda España y Europa, por ejemplo la Gran Vía de Madrid, la Calle Larios de Málaga...
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Mapa de 1910, época en que se realizaba la Gran Vía de Colón |
La Gran vía granadina se inició a comienzos del siglo XX destruyendo algunos edificios notables y multitud de destartaladas casas, pero dotó a la ciudad de un eje imprescindible para su desarrollo. En 1912 fue inaugurada, con buena parte de sus edificios ya construidos y con importantes instituciones financieras y negocios situados en ellos. Las nuevas viviendas trajeron a la ciudad nuevas formas de vida y dotaciones sanitarias, como los cuartos de baño, con una nueva red de saneamiento y agua potable que mejoraban sustancialmente la salud de la población, hasta ese momento el río Darro había sido la cloaca de la urbe, de ahí que a los desagües se les llame aún "darros" en ciertos lugares. De esta forma las epidemias disminuyeron su intensidad y el trafico rodado comenzó a llegar a una ciudad casi medieval que no había estado preparada para la modernidad.
La Gran Vía y calles adyacentes se poblaron de bellos edificios historicistas de tipo neoplateresco, neoclásico, Napoleón III... que se mezclan con otros modernistas inspirados en rebuscados elementos naturales como partes de plantas y animales mezclados con elementos medievales y de nueva creación.
Posteriormente se pensó prolongarla hasta la plaza de Mariana Pineda con un proyecto de Muñoz Monasterio que no llegó a realizarse.
Entre 1960 y 2000 se levantan algunos edificios de un estilo radicalmente distinto que crean un gran y polémico contraste tanto en características, como en materiales y altura.
Entre el 2004 y 2007 se realizó otra reforma que consistió en la ampliación de aceras y la modernización de la iluminación empleando farolas, obra de José Manuel Darro y A. Muñoz Miranda, inspiradas en los faroles granadinos con innovaciones actuales, más la granada que alude a nuestro Reino y Región Histórica, aunque respetando siempre la estética y el sabor de la vía. Eliminaron los viejos "árboles de Júpiter" pequeños y tradicionales y sembraron enormes ginkgos biloba, que alcanzarán hasta 35 metros de altura y cubrirán al completo las fachadas.
Aquí voy a describir sólo algunos de los edificios de la arteria granadina por cuestión de espacio.
“La Paz Chica” o “Edificio del Banco”
Fue construido entre 1906 y 1917 en la esquina entre la calle Reyes Católicos y la Gran Vía. Se cuenta que el promotor vio un edificio en París del que quedó prendado, hasta el punto que decidió copiarlo. La fachada grandiosa está bastante recargada, rematando con un águila y una cupulilla en su ángulo principal.
“Antiguo hotel Colón” o “Edificio la Paz”
En la esquina frontera, nº. 1 de la Gran Vía, el arquitecto Jiménez Arévalo levantó otro magnífico edificio también de influencia francesa, según una cartela en la facha de 1908. Su fachada se compone de bajo, tres plantas y, sobre una bella cornisa, un ático con buhardillas. Su esquina presenta una especie de torre cilíndrica con bellos balcones rematada por una elegante cúpula con cubierta de pizarra.
“Antiguo Banco Hispano Americano”
Es obra del arquitecto Ángel Casas Vílchez, quien eligió un estilo bastante clásico para su construcción. La decoración de la fachada es muy elegante dentro de la relativa sobriedad y del más estricto orden matemático. El conjunto remata en una torrecilla con reloj. En sus balcones y ventanas destaca el trabajo de fundición y forja.
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Bellos azulejos del vestíbulo, que se pueden ver desde la calle. |
A partir de aquí una serie de edificaciones con diversos elementos modernistas y clásicos, nos ofrecen bellas balconadas, cierres y espléndidas cornisas.
Edificio nº 14
Construido en un estilo bastante modernista, destaca por su torre cilíndrica de esquina con un espléndido cierre de metal y cristal en la primera planta, sobre él dos balconadas dan movimiento y belleza al conjunto que remata en una hermosa cúpula cubierta de pizarra.
Edificio de las cariátides
De gran sobriedad pero destaca por sus conjuntos de cariátides que sustituyen a columnas y pilastras.
Edificio del Banco de España
Proyectado por el arquitecto
Secundino Zuazo como un edificio que mezcla elementos de diversos estilos, incluidos algunos de origen alemán de los años Veinte, en concreto de Haussmann. La fachada está dividida en calles por grandes pilastras corintias estriadas con arista muerta. La gran portada situada en uno de los extremos y destaca por su color y estilo distinto al resto.
Casa modernista con abundantes elementos de forja y fundición.
Casa de la Perra Gorda
Está situada en el número 23 de Gran Vía, fue construida en 1940 por Hermenegildo Lanz en un estilo intermedio entre el historicismo anterior y el racionalismo arquitectónico que surgió en el siglo XX. Fue sede del Instituto Nacional de Previsión, pero recibió el nombre de “Casa de la Perra Gorda” por esa moneda con valor de 10 céntimos de peseta con que los trabajadores pagaban su pensión al Estado durante años.
Iglesia del Sagrado Corazón
Situada casi en el centro de la Gran Vía se alza este templo de fines del siglo XIX, de estilo que mezcla Mudéjar y Neogótico y por tanto piedra y ladrillo. Presenta al exterior una sencilla portada con una gran vidriera en un ventanal apuntado, entre dos torres con remates en piedra. Su interior posee una única nave cubierta por una enorme bóveda apuntada con nervios de tipo neogótico.
Edificio con interesantes cierres en los balcones.
Coliseo 0lympia
Un bello cine con colosales columnas en la portada que soportaban un gran relieve y un enorme frontón triangular. La piqueta se lo llevó hace unos decenios, por desgracia como tantos otros, para ser sustituido por un gran edificio como tantos de su época.
Edificio nº 29 o Casa del Sombrero.
Una bella construcción de líneas muy modernistas que fue desfigurada en su parte superior por un elemento de línea más moderna que recuerda a un sombrero.
Convento de Santa Paula,
Hoy reconvertido en hotel de lujo bajo el nombre de Palacio de Santa Paula. Es un antiguo convento jerónimo erigido en 1513 que integra casas nazaríes del siglo XV con elementos originales, patio, alfarjes, y hasta capiteles posiblemente califales, conservados gracias a las monjas que lo habitaron y al hotel que hoy es. Hacia la Gran Vía presenta una fachada con elementos neogóticos. El convento ha sido bien restaurado por los dueños del hotel, que lo mantienen abierto con la posibilidad de hospedarse o tomar un café en un lugar con un encanto único. La iglesia mudéjar del monasterio acoge las sepulturas de sus fundadores.
Continúan la calle nuevos ejemplos de espectaculares viviendas modernistas decoradas con cuidados balcones, complicadas cornisas y balaustradas, bellos cierres acristalados, relieves…
Palacio Müller o Gobierno Civil
Obra del genial arquitecto Ángel Casas, es un elegante palacio de líneas neoplaterescas que tiene un pequeño y bello jardín en la entrada en el que destacan cedros y magnolios. Edificios como este hubo muchos tanto en esta ciudad como en otras de las cuatro provincias Región de Granada. En el exterior del edificio destacan grandes torres bellamente decoradas y coronadas por elegantes y complicadas cresterías de línea plateresca. Su interior guarda la sala de fumadores, un salón bellísimo destinado a los hombres y decorado en estilo Alhambrista.
Casa del Americano
Situada casi al final de la Gran Vía, sobre ella se cuenta la anécdota de que al llegar a Granada un hombre que regresaba de América, se enamoró de una bella joven de familia adinerada. El indiano, para demostrar a la familia de la joven su solvencia económica, decidió construir este gran y bello edificio... En Granada la verdad se mezcla con la leyenda y el misterio, tantas veces que en ocasiones no se sabe donde acaba una y donde empieza otra.
Escuela Normal de Magisterio Andrés Manjón
En la curva final se sitúa este gran edificio construido entre 1923 y 1933 por Leopoldo Torres Balbás y Hermenegildo Lanz sobre un tramo de muralla musulmana. Al exterior presenta cinco elegantes torres, tres delante y dos detrás, más una elevación trasera que se corresponde con el antiguo salón de actos. En su arquitectura mezcla el estilo neomudéjar con otros clásicistas e incluso racionalistas. En su interior, modificado tras el paso a propiedad de la Junta, conserva dos patios granadinos con cenadores, restos de una grandiosa escalera muy transformada por añadidos modernos que eliminan su original belleza.
Hoy pertenece, como otros emblemáticos edificios granadinos a Junta de Andalucía para oficinas suyas.
Instituto del Padre Suárez
Proyectado por Fernando Wilhelmi entre 1904–1919, fue continuado por Ramón Fernández–Alonso, quien le añadió algunos elementos nuevos. La fachada conjunta armoniosamente elementos neorrenacentistas, neoclasicistas, modernistas y alguno medieval.
El Instituto, uno de los más antiguos de España, se trasladó a este lugar desde otro edificio más antiguo, pero ya venía con gran fama, pues poco después de la creación oficial de los Institutos, en marzo de 1845, el Padre Suárez ya era catalogado en la Gaceta de Madrid como el tercero de España por su importancia y gran calidad docente. En él trabajaron catedráticos de gran renombre que trajeron a España y defendieron las más avanzadas teorías europeas, como las teorías de Darwin, intentano además conciliar Fe y ciencia.
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