Alicún de Ortega es una localidad
de la comarca de los montes orientales, provincia de Granada, Región Histórica
de Granada, España.
El núcleo urbano se asienta
en el fértil valle del río Guadahortuna, al pie del Cerro de
Alicún que marca su paisaje, justo en el límite con la provincia de Jaén.
Su arquitectura está fuertemente influida por la murciana y levantina, ya que
muchos repobladores de la zona proceden de estos lugares y de Aragón.
Localización de la iglesia
El templo se sitúa en el centro del casco urbano, en una calle relativamente estrecha junto a la plaza de España.
https://maps.app.goo.gl/w1fxBhBTkdRrteuZ7
Historia de la iglesia de la Virgen de la Anunciación
Es un templo católico construido a principios del Reino de Granada III, a finales del siglo XVI al parecer en sustitución de otro anterior.
A lo largo del tiempo sufrió varias transformaciones como transformar la fachada o cubrir la armadura mudéjar con yeso, afortunadamente en la actualidad se ha dejado vista la armadura de la nave y se ha colocado una portada en consonancia con el edificio.
Durante la Guerra Civil sufrió graves daños por la intolerancia cristianófoba, como la destrucción y robo de obras de arte. Tras la guerra se fue dotando de nuevas imágenes, retablos... Proceso que aún se mantiene hoy día gracias a vecinos e instituciones respetuosas con la cultura e historia.
Descripción del templo
Es una iglesia de estilo Mudéjar Granadino tipo II, es decir, con una nave rectangular a los pies y una capilla mayor cuadrada al fondo, tras un arco toral de tipo carpanel, o sea, rebajado y por tanto de menos de medio punto, El arco se sostiene en dos pilastras sin capiteles ni basas.
Exterior
Como todos los templos de estilo Mudéjar Granadino, su exterior es sencillo, en este caso también tiene muros lisos, enlucidos y pintados en lugar de mostrar la fábrica de estos.
La portada se ha reconstruido para que esté en consonancia con el resto del edificio, está realizada con mármoles de la Región de Granada grises y blancos reproduciendo motivos clásicos como pilastras cajeadas a los lados de la puerta (un arco de medio punto), encima hay un entablamento algo desproporcionado por su excesiva longitud, ya que sobresale en los lados exteriores de los capiteles que lo sustentan, lo que sí tiene es las tres partes propias de los entablamentos:
- Arquitrabe con tres platabandas, en este caso de poca altura, pero dentro de los cánones.
- Friso con el texto: -"HAEC EST DOMUS DEI ET PORTA CAELI" es decir, "esta es la casa de Dios y la puerta del cielo".
- Cornisa saliente.
Encima del entablamento encontramos un frontón partido.
Como remate hay otro pequeño cuerpo, a modo de ático, con una hornacina entre pilastras y un frontón triangular como cierre superior.
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La torre es de pequeño tamaño y se sitúa sobre la portada.
Interior
La nave rectangular se cubre con una sencilla armadura de par y nudillo con tirantes simples para contrarrestar los empujes laterales de los pares o vigas inclinadas que soportan el tejado. El dejar la madera de la armadura al descubierto ha sido un gran acierto que muestra una parte de la historia del monumento.
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| Estado el templo antes de la última restauración que, entre otras cosas dejó vista y consolidada la armadura mudéjar, añadió retablos, restauró y acondicionó el camarín... |
La capilla mayor se cubre con una bóveda cubierta de sencillas pinturas murales.
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Foto de la capilla mayor antes de la última restauración que añadió un retablo y vistosa decoración manteniendo las pinturas murales de la bóveda. Un sencillo arco carpanel la une a la nave del templo. |
Los retablos son modernos pero el conjunto queda armonioso y hermoso.
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Virgen Dolorosa de la Escuela Granadina, con las manos juntas. En su pedestal aparece el nombre del donante y el año. |
Estado actual
Alicún de Ortega conserva sus tradiciones como por ejemplo el sacar las imágenes con andas a las procesiones, en un tiempo en que algunas cofradías se esfuerzan en convertir sus procesiones en meras imitaciones de las sevillanas.
Y no se entienda esto como una crítica a Sevilla, a la que admiro por conservar su Semana Santa propia libre de añadidos.
El estado del templo es bueno gracias al párroco, feligreses e instituciones colaboradoras.
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