Introducción
Este convento de la Purísima Concepción, obra de Ortiz de Villajos (1522), está situado en pleno centro de la capital almeriense en un lugar próximo a la catedral. Es una de las grandes obras realizadas por el Reino de Granada tras la Reconquista.
El convento
El conjunto se centra en un claustro cuadrangular rodeado por cenadores de arcos carpaneles sostenidos por columnas toscanas (que recuerdan al orden dórico). Sobre los cenadores del primer cuerpo se eleva otra galería, con columnas toscanas también, pero adintelada, es decir sin arcos. El edificio conserva restos de portadas góticas, pinturas murales e interesantes retablos barrocos.
Otro segundo patio de tres cenadores solamente, junto con las celdas de las monjas, completan el convento.
La iglesia
La portada adintelada, obra del siglo XVIII y por tanto barroca, se sitúa entre pilastras cajeadas que sostienen un entablamento deformado para albergar una hornacina en el friso que se ensancha para tal fin. El resto de la fachada destaca por su sobriedad, pero adosada a un lado conserva la torre mudéjar del siglo XVII, elemento que rompe la monotonía.
La iglesia primitivamente era de estilo Mudéjar, pero fue remodelada a principios del siglo XVIII cubriendo la armadura de su única nave con una bóveda de medio cañón dividida en tramos mediante arcos fajones sostenidos por pilastras toscanas que resaltan unos centímetros sobre paredes y techos, cada tramo se completa con dos lunetos o especie de triángulos curvos rehundidos, sobre la capilla mayor se sitúa otra bóveda pero de media naranja muy rebajada. Los techos abovedados están elaborados en yeso como era costumbre en la Escuela Granadina de Yeseros y Escayolistas. Una de las capillas de la iglesia está dedicada a Santa Beatriz de Silva, la fundadora del convento, en ella también se haya el mausoleo de la familia de Jesús de Perceval.
Como bienes muebles hay que destacar importantes retablos barrocos relacionados con la Escuela Granadina de Escultura y una serie de pinturas de temática mariana obra del siglo XVIII del pintor Antonio García..
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La fachada destaca por su sobriedad,
pero la portada barroca y la torre mudéjar rompen la monotonía. |
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La portada adintelada deforma su entablamento curvando hacia arriba la cornisa
para albergar una hornacina rematada en una venera o concha. |
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Hornacina situada sobre la portada.
Sobre ella una concha o venera.
Bajo ella, un tablero recortado en vertical con un motivo decorativo vegetal creado por Alonso Cano
y extendido por la Escuela Granadina de Escultura por todo el mundo. |
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