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Costa Tropical de Granada , Granada, Región Histórica de Granada , Spain

Este blog se elabora en conmemoración de los mil años que cumple el Reino de Granada

INTRODUCCIÓN HISTÓRICA AL BLOG
El Reino o Región Histórica de Granada llega a otra etapa de esplendor tras la Toma de Granada por los Reyes Católicos en 1492.
El papel institucional de Granada como Reino y posterior Región es importantísimo, pues obtiene el voto en Cortes, su catedral metropolitana es sede del rango de archidiócesis rigiendo sobre Almería, Granada, Jaén, Málaga y Murcia, se crea la Capitanía General de Granada la más antigua de Castilla. En asuntos judiciales, Granada sólo será igualada por Valladolid, al ser fundada la Real Chancillería de Granada con jurisdicción en casi la mitad sur de España. Se crean numerosos y avanzados hospitales. Poco después Carlos V funda la Universidad de Granada, entre otras muchas instituciones.
Se construyen las catedrales de Málaga, Guadix, Almería, Jaén Baeza y Granada junto a la concatedral de Baza, además de otros importantes monumentos.
Se refuerzan las costas del Reino ante los ataques de los piratas norteafricanos levantando poderosas fortificaciones.
Dos importantes puertos se desarrollan: Almería Y Málaga.

En el siglo XIX se vuelve a unir Jaén, como ya ocurriera en el periodo zirí hace mil años, para formar la Región de Granada que sigue creciendo en riqueza y cultura.

Hace aproximadamente 39 años nuestra Región desaparece al ser absorbida por la nueva comunidad autónoma de Andalucía, a partir de este momento las instituciones son trasladadas poco a poco a Sevilla donde se está centralizando el poder, nuestros símbolos son relegados al olvido.

miércoles, 25 de enero de 2017

CAMARÍN DE LA VIRGEN DEL ROSARIO, GRANADA CAPITAL

El monasterio de Santa Cruz la Real
El año 1492 los Reyes Católicos crearon en Granada capital la archicofradía del Santo Rosario y el convento de dominicos de Santa Cruz la Real para lo que donaron las huertas de Almanjarra Mayor y Almanjarra Menor, con su magnífico palacio hispanomusulmán, todo ello comprado a la familia real Nazarí granadina. En estos terrenos construyeron un espléndido monasterio, respetando y cuidando en todo momento el palacio musulmán, antiguo retiro espiritual de algunos reyes nazaríes. En este lugar lleno de belleza, tiempo después, se levantó el camarín de la Virgen del Rosario. Los monjes lo conservaban todo cuidadosamente, aunque los daños vinieron después, de manos de las tropas francesas que lo expoliaron, y de la desamortización, que lo hizo pasar de manos de la Iglesia a otras privadas a quienes los políticos de la época lo vendieron, los nuevos propietarios destruyeron parte del convento y del palacio nazarí de Almanjarra o Almanxarra, aunque la pronunciación es la misma.


La iglesia de Santo Domingo
El convento dispuso de una espléndida iglesia gótica, aun conservada, con reformas renacentistas y barrocas de gran calidad artística, la de Santo Domingo.

Pórtico renacentista del templo.

Tabernáculo barroco de tipología granadina canesca.

Bello ejemplar de cúpula del mismo Barroco Granadino.

Pechina con escudo de España en el que aparece la Región o Reino de Granada.

El monasterio 
Llegó a contar con tres claustros, de los que sólo se conservan dos, uno en manos del estado, el antiguo coristado, mal restaurado. Junto a la iglesia de conserva el otro, hoy colegio mayor y bien conservado a pesar de haber pasado por manos privadas que le dieron diversos usos.

Uno de los claustros del monasterio, salvado de la destrucción de la desamortización.
El palacio de Almanjarra o Almanxarra, muy bien cuidado por los monjes, al ser expropiado le destruyeron el Pórtico y levantaron un insulso edificio en su lugar. Después ha vuelto a sufrir abandono y expolio hasta una reciente y costosa restauración.



Los camarines de Granada, (tanto ciudad, como provincia, o Región Histórica) son unos espacios sagrados que recuerdan, superándolos con creces por su riqueza y belleza, a los íntimos miradores de los palacios nazaríes. Granada es la región que ama lo minúsculo, si recordamos al gran erudito Gallego Burín, dota a sus principales localidades de estos espacios sacros reducidos y esmeradamente decorados, situados en un nivel elevado sobre los templos y unidos a estos por un arco que centra un retablo. En los camarines se vuelcan las Escuelas Granadinas de Escultura, Pintura, Escayolistas... para dejar lo mejor del arte regional, siendo admirados e imitados en el resto de España, incluida América.

En este artículo se va a estudiar uno de los mejores, el camarín de la Virgen del Rosario, una joya del Barroco Granadino, de lo mejor de España según los más afamados investigadores. Se encuentra unido la iglesia de Santo Domingo, aunque construido fuera de ella en época muy posterior, iniciándose la obra en 1725. En él intervino el maestro de la Escuela Granadina José de Bada y Melchor Aguirre, en la pintura Domingo Echevarría y en los espléndidos trabajos en mármol la familia Arévalo. El camarín propiamente dicho es una sala de planta cuadrada rodeada de otras tres rectangulares, más una sobria estancia, hoy de paso, la sala capitular, que antecede al conjunto.
El acceso original se realiza desde el exterior del templo por una bella escalera en mármoles granadinos realizada por José de Bada.



Posteriormente se añadió una nueva entrada desde la iglesia del convento. Junto al magnífico retablo, una obra de primer orden dentro del Barroco europeo, que nos presenta importantes innovaciones, como la gran cantidad de angelillos, que en algunos casos cubren por completo elementos como los capiteles, otra de las grandes innovaciones de la Escuela Granadina. En él se unen respetuosamente elementos paganos y cristianos, dioses y héroes romanos junto a la Santísima Trinidad cristiana, representada por el Padre en la coronación del retablo, el Espíritu Santo sobre el arco, y por último, Jesús, el Hijo, en el camarín con su Madre además de en el Sagrario.

En este innovador retablo se muestra la Santísima Trinidad,
Dios padre en el remate superior,
 El Espíritu Santo sobre el arco del camarín
y el Hijo en brazos de su Madre, en el interior del camarín.

Dios Padre

El Espíritu Santo.



Elementos del camarín
El antecamarín, que fue la entrada primitiva, nos sorprende por su riqueza dedicada, no a los monjes (que no lo habitaban y llevaban una humilde vida, dicho sea para quien no conozca las costumbres cristianas) sino para la Virgen, y hoy también abierto a todos los amantes de la cultura.

Un reducido espacio con toda la grandeza de un palacio.

Mármoles de la Región Histórica de Granada lo decoran:
Lanjarón, Sierra Elvira, Macael...

Aquel espacio que no se cubre de mármoles, como las bóvedas, lo hace de espejos azogados con mercurio.
El azogado era un proceso carísimo en aquella época
 sufragado con donativos y el esfuerzo de los monjes.

El transparente, llamado así por ser el lugar donde entraba la luz que se esparcía en cascada desde arriba gracias a los espejos hoy oscurecidos por el tiempo.





Otras zonas se decoran con pinturas al trampantojo.

Los muros se decoran con mármoles trabajados con exquisitez única.

Bajorrelieve en durísimo mármol o piedra fina de Sierra Elvira

Reliquia embutida en el relieve de fino veteado.

Los relieves se rodean de angelillos y cortinajes en bien labrado alabastro.

Para las delicadas columnas se buscaron los más finos mármoles de Lanjarón, en la Alpujarra.

Los suelos rivalizan con los perfectos mosaicos romanos de los que proceden.
Obra de la familia Arévalo.

Desde esta estancia se puede entrar directamente al camarín,
pero esta pieza se queda para el final.

La sala de la Inmaculada, la entrada nueva desde la iglesia, se decora con gran magnificencia con pinturas murales, mármoles y espejos.

AL fondo la Inmaculada Concepción, que sigue la línea de la obras maestra del arte universal creada por Alonso Cano, el "Miguel Ángel de la Escuela Granadina".

Complicadas bóvedas cubren los techos.


Inmaculada Concepción
en un retablo formado por mármoles granadinos de veteado inigualable.

Cornucopias de bellos esmaltes centroeuropeos y escogidos mármoles de nuestra región embellecen las paredes.


Cornucopia con mármol de Lanjarón.

Elaborados mosaicos de mármol dan sensación de movimiento y profundidad al suelo.

La sala de Lepanto, de mayor riqueza y perfección que la anterior, representa la lucha entre el bien y el mal y la batalla de Lepanto, cuya victoria por parte de España, a pesar de la superioridad turca, salvó a Europa del peligro de una invasión de este imperio. Sus bellas pinturas murales pertenecen a Domingo Echevarría.

Las bóvedas parecidas a las de la sala de la Inmaculada,
las superan en belleza y perfección.

Pintura mural que representa a la Virgen ayudando a la flota española que terminaría venciendo milagrosamente a la turca, mucho más numerosa. De esta forma España salvaría a Europa de la destrucción por parte del ejercito turco.

Próximos a la Virgen los valerosos capitanes del ejercito español.


Magníficas bóvedas de la sala que muestran elementos paganos y cristianos, ejemplo de integración de culturas.

El papa San Pío V que mira orante a la Virgen, situada en el otro extremo de la sala.

Bellos conjuntos de espejos y bolas azogadas cubren las claves de las bóvedas.

El camarín propiamente dicho o sala de la Virgen del Rosario, se cubre de multitud de espejos azogados que le dan una gran luminosidad. Obra única en el barroco granadino, español y universal. Su decoración recoge líneas y elementos nazaríes, como muestra de la tradicional tolerancia cultural de la Región de Granada y de la Iglesia, integrados en otros propios de la antigüedad grecorromana, con una creatividad y modernidad tal que la hace un monumento comparable a las mejores obras modernistas del siglo XX. En esta obra Granada se superó a sí misma, adelantándose al tiempo en que se realizó.

El el camarín, Granada da lo mejor de sí misma para la Virgen, a quien siempre ha venerado con gran devoción.

El techo, una luminosa bóveda de espejos realizados con una complicada y costosa técnica que enlazaba el vidrio y el mercurio, representa el orbe celestial.


Bóvedas que descansan sobre bóvedas enlazándose en piñas de mocárabes de espejos.

La virgen de cara al templo


Piña de mocárabes de espejos, recreados en estilo Barroco

Jarrón que podría aludir a las azucenas de la pureza de la Virgen.


Capiteles corintios muy evolucionados por la gran creatividad de los autores, que coronan los estípites de espejos.
El zócalo del camarín presenta relieves de gran perfección que ponen de manifiesto la importancia de la mujer en el Antiguo Testamento, completada por  la Virgen María para el Nuevo.

Conseguidos relieves de ángeles y de escenas bíblicas en los hermosos mármoles de la Región de Granada embellecen el zócalo.




El suelo, la apoteosis del mosaico barroco, es obra de la familia Arévalo que usaba principalmente mármoles granadinos de gran calidad.
En él aparecen símbolos de la batalla de Lepanto y del Reino y posterior Región de Granada.



Granada que alude a nuestro Reino y Región Histórica.
La imagen de la Virgen del Rosario fue donada a la Hermandad por los señores de Gor en 1552. Posteriormente fue llevada por D. Álvaro de Bazán, ilustre granadino, a la batalla de Lepanto en 1552 donde se dice que actuó milagrosamente, ayudando a la armada española inferior en número de naves, en la defensa contra el peligro turco de aquel tiempo para el Mediterráneo y para Europa, recordemos que este poderoso imperio llegó conquistando territorios europeos hasta las mismas puertas de Viena.
En el día 6 de abril de 1670 unas camareras de la Virgen vieron que el rostro de la imagen estaba descompuesto, sudaba abundantemente y de sus ojos caían lágrimas. El hecho duró 32 horas y pudo contemplarlo la ciudadanía al completo. Se dio orden de analizar la imagen de forma estricta y profunda, hasta los agujeros donde se incrustaba la corona por si alguien le había introducido agua, pero el interior estaba seco. Nadie pudo dar una explicación racional.


En 1679 una terrible epidemia de peste comienza a penetrar en Granada, por este motivo se organizan rogativas y plegarias públicas. La Archicofradía del Rosario colocó a la Virgen en el presbiterio del templo sobre las andas procesionales. A los dos días, todos los que estaban en la iglesia, vieron en la frente de la Imagen de María una intensa luz cuyos rayos brillaban como una estrella con los colores del arco iris. La Ciudad acudió en masa a contemplar el suceso que duró sesenta días. En este periodo los milagros se sucedían continuamente: devolución de la vista a una ciega, del oído a una sorda, la salud a una persona desahuciada... y sobre todo, el final de la epidemia. 
Hoy día es la copatrona de Granada, en su honor se celebran actos y una hermosa procesión en octubre.