Es la primera iglesia consagrada en el Reino
Cristiano de Granada por los Reyes Católicos tras la reconquista, mandada levantar en 1505 sobre el solar de la antigua mezquita mayor.
Edificio de estilo Gótico tardío con elementos renacentistas, estaba construida en piedra, con una sola nave de tres tramos cubiertos por
bóvedas estrelladas, capillas laterales situadas entre los
contrafuertes (sólo en uno de sus lados) y con el altar emplazado en
una capilla mayor situada bajo la torre.
En su poderoso y sobrio exterior destaca su enorme y
esbelta torre levantada por tramos en distintos periodos. La portada
gótica fue trazada por Enrique
Egas, presentando una decoración muy rica con una serie de
arquillos, llamados arquivoltas, sustentados por columnillas, pero
hoy escondida tras otra bastante clásica de mediados del siglo
XVIII.
La decoración interna es muy austera, si
exceptuamos las bóvedas, el púlpito y el escudo más las divisas
originales de Isabel la Católica (yugo) y de Fernando (flechas).
Para su iluminación se emplearon ventanales apuntados con alguna
decoración esculpida.
En el
periodo comprendido entre los años 1526 y
1559, fue añadido
a los pies del templo un nuevo tramo cubierto por una bóveda
estrellada de gran complicación, bajo ella se situó el coro,
levantado sobre tres arcos renacentistas y sostenido por un alfarje
mudéjar. En este lugar podemos contemplar pintura de Cristo
crucificado atribuida a Alonso Cano, una imagen sin rostro y llena de
leyendas que proviene del antiguo convento del Carmen,
obra de arte que sufrió bastantes impactos de bala en la Guerra
Civil al ser fusilada por intolerantes.
Ya en el
siglo XVIII, entre los años 1734 y
1751, se construyó una nueva sacristía, unida al templo por
un paso elevado que en su parte baja está cubierto con bóveda de
medio cañón.
En el templo se conservan diferentes imágenes, la
mayoría de fecha reciente pues suelen sustituir a las destruidas en
la Guerra Civil, de entre ellas destacan la pintura de la
Encarnación, el crucificado y el sagrario en plata. Mención
especial merece la escultura de la Inmaculada, que solo conserva
originales el rostro y manos Barrocos colocados en un nuevo cuerpo,
pues el original fue destruido también en la Guerra Civil.
Esbelta torre que fue levantada por tramos en distintos periodos. |
Portada lateral bastante clásica, obra de mediados del siglo XVIII. Tras ella se levanta la antigua de estilo Gótico. |
La portada gótica fue trazada por Enrique Egas. Presenta una decoración muy rica con una serie de arquillos, llamados arquivoltas, sustentados por columnillas |
Decoración de las jambas de la portada gótica. |
La otra portada lateral. |
Paso elevado entre la sacristía y el templo, que en su parte baja está cubierto con bóveda de medio cañón. |
El interior del templo presenta planta de una sola nave cubierta de bóvedas góticas, con coro alto a los pies y capilla mayor bajo la torre.
Alfarje de dos órdenes ve vigas que sostiene el coro.
A nuestra izquierda columnas toscanas sostiene arcos que comunican con la nave del templo.
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Escudo de España más las divisas originales de Isabel la Católica (yugo) y de Fernando (flechas) |
Bellísima imagen de la Inmaculada, inspirada en la de que ha sido grandemente imitada en todos los tiempos en España y América. |
Cristo crucificado atribuido a Alonso Cano, una imagen sin rostro y llena de leyendas, que proviene del antiguo convento del Carmen, obra de arte que sufrió bastantes impactos de bala en la Guerra Civil al ser fusilada por intolerantes. |
Púlpito gótico de gran valor. |
Uno de los pocos retablos conservados,
un retablo de línea neoclásica de gran belleza dentro de su sobriedad,
gracias a que el retablo es de mármoles y no lo pudieron quemar. |
El templo antes de la guerra civil tenía una valiosísima colección de obras de arte de primera línea, propias de un gran Reino como el de Granada, que fueron destruidas por la intolerancia de ideologías extremistas. Esperemos que el respeto nunca sea cambiado por el odio y la destrucción por parte de ninguna ideología.
La iglesia posee un pequeño museo con excelentes piezas religiosas, textiles y de orfebrería salvados de los saqueos y destrucciones de la última guerra. De especial interés es su colección de ornamentos litúrgicos, casullas, capas pluviales... bordados en oro, plata y seda pertenecientes a los siglos XV y XVI. Imágenes de un cartel informativo exterior:
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