domingo, 27 de diciembre de 2015

BATERÍA DE VILLARICOS, CUEVAS DEL ALMANZORA


En el siglo XVIII los monarcas españoles de la casa de Borbón decidieron reforzar la defensa del Reino de Granada con baterías de dos o cuatro cañones principalmente para proteger a la población de ataques piratas del norte de África y de los turcos. 

Andalucía y Reino de Granada, año 1776. Dos regiones separadas.

La batería de Villaricos, en la provincia de Almería, es una potente torre casi semicircular que domina el mar, una plataforma superior o terraza soportaba los dos cañones. La entrada se protege con dos salientes a modo de torres y una serie saeteras.

Ya en la época de los Reyes Católicos, las incursiones piratas del Norte de África, suponían un gran riesgo para la población, venían en busca de botín y cautivos por los que pedían un rescate o dedicaban a la esclavitud. A estos piratas se le habían unido los turcos, aterrorizando a la población costera granadina. Gracias a las atalayas de vigilancia y a las posteriores baterías la población pudo sentirse más protegida, pues las primeras avisaban de la llegada de enemigos, y las segundas, con sus cañones los ahuyentaban, mientras, los civiles se refugiaban tras las murallas de sus poblaciones y en las iglesias-fortaleza.

Vista frontal, desde tierra, la puerta que se usa hoy es moderna.

En la plataforma superior estaban colocados los dos cañones.

Lo que parece una ventana, es la puerta original, abierta a gran altura por motivos defensivos.

Chimenea de la sala principal

Escaleras interiores cubiertas por bóvedas.

Al ser edificios militares, las cubiertas son poderosas bóvedas.

Las ventanas son pequeñas para no debilitar los gruesos muros.
Nunca están orientadas al mar para evitar la entrada de proyectiles desde barcos atacantes.

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