Introducción e historia
Es una iglesia católica obra del siglo XVII (1673) que sustituyó a una ermita que ocupaba una pequeña mezquita de las afueras de la ciudad. Es obra de un estilo barroco bastante sobrio con elementos neoclásicos.
En un principio recibió el nombre de San Sebastián de las Huertas, ya que se situaba en las huertas próximas a la Puerta de Purchena.
Exterior del templo
Cuenta con dos portadas, la principal, de factura muy clásica, es obra de los arquitectos Ventura Rodríguez y Juan Antonio Munar, obra ya del siglo XVIII, en ella se encuentra un relieve del mismo siglo obra de Juan de Salazar. La sencilla portada lateral se corona con el escudo de armas del obispo Antonio de Ibarra, quien la había bendecido.
Otra característica original es su única torre poligonal que rompe la simetría de la fachada.
Otros elementos dignos de mención en el exterior son los poderosos contrafuertes laterales y el cimborrio coronado con una torrecilla linterna que imita en su tejado de pizarra a los chapiteles de la Basílica de la Virgen de las Angustias, en la ciudad de Granada, en aquellos tiempos capital del reino del mismo nombre que abarcaba Almería, Granada, Málaga y parte de Jaén, junto con algún otro territorio menor.
Interior
En el interior, de cruz latina con capillas laterales situadas entre los poderosos contrafuertes.
Se cubre de bóveda de medio cañón con lunetos arcos fajones; en el crucero una cúpula sobre cuatro pechinas triangulares, cuya misión es transformar un espacio cuadrado en circular, el conjunto del crucero lo remata una linterna en la parte superior de la cúpula; todas las cubiertas son muy sobrias, frialdad que se palía con las coloristas pinturas que las cubren.
Los muros se refuerzan con pilastras de la Escuela Granadina, las creadas por Diego de Siloé para la Catedral Metropolitana de Granada, pero en este templo de factura más sencilla por el tipo de planta. Sobre un pedestal se sitúa la columna de fuste estriado, en este caso jónica, sobre esta un entablamento a modo de capitel, y sobre él unos pedestales sobre los que descansan los arcos fajones, así la altura de la nave se puede hacer mayor, como en la catedral de la ciudad de Granada. Estos soportes, por su belleza adquirieron tal fama que se imitaron por el resto de España y América.
Se cubre de bóveda de medio cañón con lunetos arcos fajones; en el crucero una cúpula sobre cuatro pechinas triangulares, cuya misión es transformar un espacio cuadrado en circular, el conjunto del crucero lo remata una linterna en la parte superior de la cúpula; todas las cubiertas son muy sobrias, frialdad que se palía con las coloristas pinturas que las cubren.
Los muros se refuerzan con pilastras de la Escuela Granadina, las creadas por Diego de Siloé para la Catedral Metropolitana de Granada, pero en este templo de factura más sencilla por el tipo de planta. Sobre un pedestal se sitúa la columna de fuste estriado, en este caso jónica, sobre esta un entablamento a modo de capitel, y sobre él unos pedestales sobre los que descansan los arcos fajones, así la altura de la nave se puede hacer mayor, como en la catedral de la ciudad de Granada. Estos soportes, por su belleza adquirieron tal fama que se imitaron por el resto de España y América.
Contenido del templo
Las obras de arte del templo sufrieron los efectos de la Guerra Civil, pero no obstante se ha ido dotando de nuevas piezas que lo hacen acreedor de una visita.
El retablo mayor, de línea bastante neoclásica, conserva una talla del Cristo del Amor, obra del artista almeriense del siglo XX Jesús de Perceval.
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